El enigma de las seis copas
Manuel Sánchez-Sevilla
Abdallah, el joven ayudante del médico Al-Gafequi, es abordado por un extraño que con unas ordenes muy estrictas aconseja entregar un escrito, lacrado con un símbolo extraño, no antes del día siguiente. Tras una noche de incertidumbre y pesadillas acude sin aliento a casa de su maestro, que al verle llegar tan temprano no duda en que las noticias que le trae no son nada buenas. La carta que le entrega les avisa de que alguien va a aparecer muerto y deciden ir hasta palacio para prevenir al visir; pero este se encuentra en su dormitorio con claros signos de envenenamiento y una copa de oro con incrustaciones de piedras preciosas junto a su lecho. Muchos son los sospechosos, pocos los que tenían acceso a sus habitaciones y demasiados los intereses de unos y de otros por hacerse con el control del Califato de Córdoba. Al-Gafequi, no dejándose engañar por los que propagan una intervención divina de Alá, inicia una investigación con la que conoceremos a los protagonistas de esta novela y de las múltiples conspiraciones que rodean a las muertes que se van sucediendo. Las misivas con información continúan llegando puntualmente antes de cada asesinato y en cada uno de ellos siguen apareciendo una a una las copas de Abderramán III. Paralela a esta historia, conoceremos a Tarik, un mendigo borracho y harapiento que sobrevivió a su propia muerte el día en